Implantación de Neuroestimulador
La neuroestimulación es un tipo de terapia que utiliza impulsos eléctricos sobre las estructuras nerviosas que transmiten el dolor para aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de pacientes con un dolor crónico severo.
Un neuroestimulador es un dispositivo que consiste en la colocación de unos pequeños cables sobre la parte posterior de la médula espinal (cordones posteriores) o en un nervio periférico. A su vez, estos cables van unidos a un generador subcutáneo que puede modificar su intensidad en función de las necesidades de cada paciente.
El procedimiento se realiza en dos pasos: Primero se colocan los cables bajo anestesia local y una sedación ligera a través de una aguja y bajo control radiológico, y estos se conectan a un dispositivo externo para comprobar que la terapia va a ser eficaz. A esta fase se la conoce como Fase de Prueba. Si el paciente experimenta una mejoría significativa del dolor, pasa a ser candidato para implantar un dispositivo permanente debajo de la piel que le va a durar años y le va a mejorar notablemente su calidad de vida.
Este procedimiento es ambulatorio y podrá irse a casa ese mismo día o permanecer una única noche ingresado/a. Posteriormente se precisa un reposo relativo durante los días posteriores.
Una vez familiarizado con el sistema, y siempre con nuestro soporte médico, usted mismo podrá regular la intensidad del estímulo a través de una fácil y cómoda aplicación en un dispositivo electrónico.
Actualmente las indicaciones principales para la colocación de un Neuroestimulador son:
- Dolor en espalda o piernas tras una cirugía
- Dolor neuropático
- Síndrome de dolor regional complejo
- Dolor isquémico
- Dolor en suelo pélvico